26 de julio de 2023
En este miércoles EDGEy, aprendimos sobre la defensa trans masculina en América Latina y profundizamos en el papel de las comunidades trans masculinas en los movimientos feministas por la justicia reproductiva y la autonomía corporal.
Los donantes abordaron las razones por las que financian a grupos trans masculinos con sede en América Latina. Se utilizó como estudio de caso la Red de Colectivos de Hombres Trans y Personas Asignadas Femeninas al Nacer de América (REDCATH+).
Esta sesión se centró principalmente en:
- Introducir a los participantes a la defensa trans masculina latinoamericana en nombre de la visión feminista de la autonomía corporal y la autodeterminación y como estrategia para contrarrestar los movimientos anti género y anti derechos.
- Hacer hincapié en la importancia de dotar de recursos a un ecosistema liberador inclusivo financiando el trabajo de los grupos trans masculinos en América Latina.
- Compartir herramientas, estrategias y buenas prácticas para la financiación de grupos trans masculinos en América Latina.
Facilitador: Felix Endara, miembro de EDGE, Asociado Senior del Programa Mesoamérica, Fundación para una Sociedad Justa (NYC)
Ponente: Lariza Fonseca, miembro de EDGE, Responsable de Programas para América Latina y el Caribe, Fundación Astraea (México)
Importante tener en cuenta: América Latina ha variado según el país en términos de derechos civiles trans, con naciones como Argentina, Colombia y Uruguay que han aprobado leyes de identificación de género, mientras que otras donde tal política puede existir en los libros, pero no se aplica.
Si quieres participar en este tipo de conversaciones y aprender en comunidad, ¡hazte miembro de EDGE!
Notas de la conversación
- Fundada en 2016, La Red de Colectivos Americanos de Hombres Trans y Personas Disidentes del Género Femenino Asignado al Nacer (REDCAHT+) sirve como un órgano de coordinación para las organizaciones de base de hombres trans y trans masculinos en toda América Latina. Actualmente está formada por once organizaciones de base de hombres trans y trans masculinos de once países de América Latina y el Caribe (Brasil, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay). Su trabajo se centra en pilares como la visibilidad, la educación, la atención sanitaria, la justicia reproductiva y la autonomía de los niños y jóvenes trans.
- REDCATH+ promueve el intercambio de habilidades y recursos y proporciona capacitación a sus miembros: Un miembro de Guatemala ha ofrecido una clínica presencial mensual para tratar revisiones de salud trans, terapia hormonal, cirugías de reafirmación de género, exámenes de órganos reproductivos, pruebas de detección del cáncer, etc., y ha empezado a ofrecer un apoyo similar a través de la telesalud a grupos miembros de otros países.
- Desempeñan un papel crucial en los movimientos feministas, superando los marcos tradicionales para defender la autonomía corporal y la autodeterminación.
- Las personas trans masculinas son parte integrante del movimiento LGBTQI y defienden los derechos reproductivos y la justicia, reconociendo sus necesidades y experiencias reproductivas únicas.
- Los movimientos transmasculinos suelen probar nuevas estructuras que no sean tan verticalistas: gobierno mediante asamblea con representación de todos los grupos miembros, limitación de mandatos y toma de decisiones por consenso.
- Existe una brecha histórica en la forma de dotar de recursos a los grupos dirigidos por hombres trans.
- Las organizaciones y redes que forman parte del movimiento transmasculino reflejan las formas en que los grupos feministas liderados por mujeres apoyan a sus comunidades: acompañamiento a citas médicas, incluidas revisiones de salud reproductiva, facilitación de becas para la educación, ayuda en el desarrollo de la mano de obra para acceder al empleo, oferta de formación a funcionarios y especialmente a proveedores de atención sanitaria y acompañamiento para asesoramiento psicológico. También apoyo de emergencia durante la pandemia de covirus con alimentos y equipos de protección como mascarillas. Y gran parte del trabajo es voluntario, ya que estos grupos operan sin financiación externa. Por supuesto, que asuman esta ingente labor es un reflejo de la falta de servicios públicos disponibles para estas comunidades.
- Sin embargo, es importante recordar que los movimientos tienen ritmos diferentes y se encuentran en niveles diferentes, y no podemos pensar que el movimiento transmasculino está al mismo nivel que el movimiento feminista, que tiene una historia mucho más larga. Los financiadores tienen que estar de acuerdo en financiar organizaciones más pequeñas e invertir en infraestructura.
- La falta de visibilidad de la defensa de los hombres trans, que hace que los financiadores sean menos conscientes de sus necesidades y contribuciones específicas. Históricamente, la financiación de los movimientos LGBT y trans se destinaba al VIH y la atención sanitaria se canalizaba a través de una lente de género binario y se dirigía a poblaciones "de riesgo" que daban prioridad a los hombres homosexuales cis y a las mujeres trans. Ha habido una exclusión histórica de los hombres trans en los ensayos clínicos para el VIH, por ejemplo, a pesar del hecho de que los hombres trans tienen relaciones sexuales con hombres cis. Aunque la financiación a las comunidades LGBT y trans ya no se destina simplemente al VIH, el ADN de la financiación persiste. Y la gran mayoría de la financiación para cuestiones trans sigue centrándose en el VIH/SIDA y está dirigida a las mujeres trans.
- Lagunas de datos: La escasez de datos e investigaciones sobre las comunidades trans masculinas puede dar lugar a una falta de propuestas basadas en pruebas, lo que dificulta que consigan financiación. Un ejemplo: en 2022, el think tank LGBT Sentiido recibió el encargo de elaborar un informe sobre la historia del transfeminismo en América Latina. El informe, aunque rico en detalles, apenas documenta las contribuciones y el estado actual de la defensa del transfeminismo. Los miembros de REDCATH+ producen sus propios datos y publican informes
- Muchos carecen de experiencia en la preparación de materiales de solicitud y nunca han elaborado un presupuesto organizativo, ya que a menudo trabajan sin fondos o financian personalmente el trabajo de su organización.
- Percepción errónea de que los grupos trans masculinos reciben recursos porque los financiadores apoyan a organizaciones "transgénero", cuando "transgénero" se utiliza como paraguas pero en realidad significa trans femenino.
- Los estereotipos sobre la masculinidad y la percepción errónea de que las comunidades trans masculinas se enfrentan a menos retos en torno a la discriminación en la educación y el empleo; no están expuestas a prejuicios o violencia simplemente porque son "hombres" y tienen privilegios masculinos.
- Los donantes pueden tener prioridades específicas que se alineen más estrechamente con las mujeres trans u otras comunidades LGBQ, dando lugar a asignaciones de financiación diferenciadas.
- Lo que no se nombra no existe. Haga cambios intencionados para incluir a las poblaciones infrarrepresentadas, mencione que esta convocatoria abierta es para hombres trans, mujeres y personas trans no binarias, incluya lenguaje inclusivo de género neutro y no binario en los formularios de propuestas, mencione a los hombres trans y a las personas NB en las investigaciones, informes, estrategias de comunicación dentro de sus fondos o fundaciones.
- Seguir financiando servicios Algunas fundaciones están dejando de financiar la prestación de servicios. Sin embargo, la prestación de servicios es una parte importante de la capacidad de apoyar el trabajo de organización. Si las comunidades no tienen cubiertas sus necesidades básicas, no pueden organizarse.
- Más accesibilidad lingüística Muchos activistas de base no crecieron con acceso al aprendizaje del inglés. Sólo el 5% de la gente en México habla inglés, probablemente la mayoría en Roma, Condesa y Cancún.
- Hacer un seguimiento de los datos de financiación y desglosarlos, ya que muchos financiadores utilizan términos amplios como "transexual" cuando en realidad quieren decir transfemenino, lo que conduce a una falta de datos críticos para identificar lagunas. Seamos específicos cuando decimos que financiamos "comunidades transexuales".
- Construir relaciones que no se basen en interacciones extractivas o transaccionales. Adoptar buenas prácticas para la transinclusión. Una cosa fácil de hacer es que cuando te presentes, digas tu nombre, tus pronombres en todas las reuniones, incluso si ya conoces a la persona, esto está enviando un mensaje de que eres seguro para las personas trans. Utiliza un lenguaje de género neutro cuando hables.
- Dar prioridad a la financiación de grupos locales con conocimientos especializados y conexiones directas con la comunidad para garantizar que el análisis del impacto social se centre en el liderazgo y las experiencias vividas de las personas más cercanas a los problemas, en lugar de depender únicamente de consultores y fuentes de conocimientos externos.
- Asociarse con intermediarios que tengan conocimientos locales y relaciones estrechas, así como la infraestructura administrativa necesaria para apoyar este tipo de subvenciones.
- Ofrecer ayudas flexibles, significativas, plurianuales y a largo plazo, así como procesos de solicitud simplificados, al tiempo que se está abierto a las oportunidades de financiación que surjan en respuesta a emergencias.
- Reducir la dependencia de la financiación de proyectos específicos con asignaciones, que a menudo implican un papeleo innecesario y un énfasis excesivo en las métricas a corto plazo centradas en el donante para evaluar el éxito.
- Apoyar a los activistas comunitarios locales no convencionales, adoptando formaciones y estructuras nuevas y menos convencionales, como el liderazgo horizontal, y estar abiertos a ideas innovadoras como el artivismo y la recuperación de prácticas curativas ancestrales, en lugar de centrarse únicamente en los grupos "privilegiados".
Dejar una respuesta