Escrito por Farhad Ebrahimi

Estoy obsesionado con las analogías. Creo que no puedo afirmar que entiendo un tema determinado a menos que pueda describirlo eficazmente utilizando una analogía que sea a la vez intuitiva y provocativa (y, con suerte, positivamente deliciosa). También me obsesiona la ciencia ficción, y no me importa decirte que lloré la primera vez que vi el tráiler completo de Rogue One.

Así que, inspirado por el excelente artículo de Terry Marshall sobre lo que los progresistas pueden aprender de las artes marciales mixtas y la teoría de juegos, he pensado en compartir una analogía de ciencia ficción que me ha resultado bastante útil a la hora de hablar de la dinámica de los "momentos de movimiento", es decir, momentos de aumento exponencial de la actividad política o de realineación. Mi esperanza es que otros puedan encontrar esta analogía útil -o al menos divertida- tanto para describir cómo hemos llegado a nuestra situación política actual, como lo que hará falta para salir de ella.

Pero primero, mi advertencia habitual: quiero asegurarme de que, como financiador, reconozco a algunas de las personas increíbles que han influido en mi forma de pensar a lo largo de los años, especialmente el Proyecto de Justicia y Ecología de la Generación del Movimiento, la Alianza por la Justicia Climática, la Alianza por la Justicia Global de Base, el Centro para la Estrategia Basada en Historias, y todos nuestros beneficiarios locales que realizan un trabajo de transición justa en todo el país. Mi propia experiencia en el movimiento social -y, por tanto, mi propia perspectiva- no sería lo que es si no fuera por la profunda influencia que esta gente ha tenido en mí. Y así, sin más preámbulos...

CUANDO SE APAGA LA GRAVEDAD ARTIFICIAL

El concepto de gravedad artificial es bastante habitual en la mayoría de las historias de ciencia ficción del "espacio exterior". Incluso cuando la tecnología no se nombra explícitamente, si la gente camina como lo hacemos en la Tierra, sabemos que simplemente tiene que estar ahí. También sabemos que, si la gravedad artificial se apagara como una bombilla fundida, se crearía una crisis. De hecho, si se presta suficiente atención al concepto de gravedad artificial en el primer acto de nuestra historia, podemos suponer con seguridad que, al igual que la pistola de Chejov, "tiene que estallar" en algún momento del segundo o tercer acto.

Veamos más de cerca lo que ocurre durante una crisis de este tipo. Lo más obvio es que tanto los objetos como los individuos (incluidos nuestros protagonistas) se desatan del suelo. Todo y todos son libres de flotar por la cabina. Es incómodo, distrae y puede hacer que incluso las acciones más mundanas sean mucho más difíciles de realizar, cuando no directamente imposibles.

Pero también existe la otra cara de la moneda...[Seguir leyendo]