El cambio climático ya está aquí. ¿Dónde está la filantropía europea?

Artículo escrito por Jon Cracknell, Hannah Roeyer y Helene Desanlis anteriormente publicado en Revista Alliance.

Nos complace compartir el siguiente artículo con el ánimo de que las fundaciones se responsabilicen de su compromiso con la mitigación del cambio climático. El informe titulado Foundation Funding for Climate Change Mitigation: Europe Spotlight de la Fundación ClimateWorks, el Centro Europeo de Fundaciones y The Hour Is Late muestra que las subvenciones para la mitigación del cambio climático siguen representando menos del 2% del total de las donaciones de las fundaciones europeas. Esperamos que este artículo te anime a actuar.

Estimados financiadores, tenemos dos preguntas para ustedes.

En primer lugar, ¿se levanta de la cama por la mañana pensando en cuestiones como los derechos humanos, el género, la migración, la salud pública, la desigualdad, la paz y la seguridad, la educación, la democracia, la lucha contra la pobreza, el desarrollo internacional o el bienestar de las generaciones futuras?

En segundo lugar, ¿su fundación concede subvenciones relacionadas con el cambio climático o ha suscrito alguno de los cada vez más numerosos Compromisos Filantrópicos sobre el Clima?

Si tu respuesta a la primera pregunta ha sido afirmativa y a la segunda negativa, necesitamos tu ayuda. Ahora.

El cambio climático ya está con nosotros, con julio de 2021 confirmado como el mes más caluroso del mundo, y fenómenos meteorológicos extremos que causan impactos devastadores y generalizados en Europa y en todo el mundo, desde incendios forestales sin precedentes hasta lluvias torrenciales e inundaciones. También vemos a millones de jóvenes pidiendo justicia climática en todo el mundo, un 80% de apoyo público a una acción climática ambiciosa en algunos países, e instituciones que representan más de un tercio de los activos mundiales bajo gestión comprometiéndose con objetivos de emisiones netas cero.

Sin embargo, nuestro nuevo informe de la Fundación ClimateWorks, el Centro Europeo de Fundaciones y The Hour Is Late muestra que las subvenciones para la mitigación del cambio climático siguen representando menos del 2% del total de las donaciones de las fundaciones europeas. Es difícil evitar la sensación de que el sector fundacional del continente en su conjunto está desaparecido en combate.

La filantropía tiene un papel único y fundamental que desempeñar en el apoyo a la mitigación del cambio climático mediante el aumento de la ambición global, el apoyo a soluciones innovadoras y la ampliación de las estrategias de mitigación probadas. La filantropía puede asumir riesgos que los sectores público y privado no pueden o no quieren asumir. Puede apoyar la defensa de primera línea, las tecnologías de vanguardia emergentes pero no probadas y colaboraciones únicas que aúnen las voces de los sectores público, privado y de la sociedad civil.

Nuestro nuevo informe se basa en 6.230 subvenciones por valor de 1.800 millones de euros concedidas por 136 fundaciones en 2016, 2018 y 2020. Aunque casi 2.000 millones de euros puede parecer mucho, el total debe entenderse en relación con las sumas mucho mayores que gastan quienes intentan frenar la descarbonización de la economía y los niveles de inversión necesarios para mitigar eficazmente el cambio climático, por no mencionar el 98% de la financiación de las fundaciones europeas que se destina a otras cuestiones.

Hay buenas noticias. La financiación destinada a iniciativas de mitigación del cambio climático en Europa se triplicó entre 2016 y 2018, y la financiación destinada desde Europa a iniciativas en el resto del mundo se triplicó con creces. Aplaudimos los nuevos e importantes compromisos de financiación asumidos por algunas de las mayores fundaciones filantrópicas del mundo y el liderazgo demostrado por la creciente red de asesores, fondos comunes y otras entidades comprometidas con el clima. Es un momento apasionante para abordar esta crisis existencial, y vemos que cada vez más fundaciones de renombre asumen el reto, pero tenemos que hacer mucho más, y rápido.

Una forma de empezar es examinar hacia dónde fluye la financiación actual de las fundaciones. Como muestra nuestro informe, las subvenciones para la mitigación del cambio climático en Europa están muy concentradas en sólo 10 países, todos menos uno en Europa Occidental, y muchos de los cuales ya se encuentran entre los mejores del mundo en materia de política climática. Esto plantea la cuestión de si se trata de una asignación óptima del escaso capital filantrópico, dado que cada unidad de gases de efecto invernadero emitida tiene el mismo impacto en el cambio climático, independientemente de su origen geográfico.

También resulta informativo examinar los sectores de la economía que reciben financiación, para identificar lagunas y oportunidades. Mostramos, por ejemplo, que las subvenciones destinadas a transformar el transporte representan sólo el 4% de las donaciones destinadas a Europa, a pesar de que el transporte es un sector de la economía en el que las emisiones europeas de gases de efecto invernadero están aumentando rápidamente. Y demostramos que las donaciones para apoyar a las "bases y la construcción de movimientos" suponen menos del 1% del total de las donaciones en Europa, y sólo el 1,2% de las donaciones de fundaciones europeas al resto del mundo. El informe destaca tanto los países como los enfoques que carecen de recursos, en los que donantes con experiencias y presupuestos diversos pueden tener un impacto inmediato.

Un cambio climático galopante dificultará enormemente a las fundaciones la consecución de sus objetivos filantrópicos. Cada momento de retraso aumenta el riesgo de que hagamos inhabitable el planeta. Por el contrario, financiar soluciones climáticas ahora puede reportar enormes beneficios al evitar daños innecesarios, sobre todo a las comunidades más vulnerables del mundo.

Hay mucha gente que puede aconsejar sobre cómo empezar, y muchas oportunidades para aprender de donantes más experimentados. Con solo nueve años para reducir a la mitad las actuales emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, no podemos permitirnos reinventar la rueda y desperdiciar un valioso capital filantrópico en intervenciones fragmentadas y a corto plazo. Con el cambio climático, como nos recuerda Bill McKibben, "ganar lentamente es lo mismo que perder".

Jon Cracknell es el fundador y director de The Hour Is Late, que trabaja con diversas fundaciones. Hannah Roeyer es consultora independiente que apoya la estrategia basada en datos para fundaciones y otras organizaciones de bien social. Helene Desanlis es Directora Asociada de Inteligencia Global en la Fundación ClimateWorks.

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