Reorganizar el poder para cambiar los sistemas

Escrito por Augusta Hagen-Dillon, para el blog de Prospera.

IMG_0119A lo largo de tres días lluviosos en Barcelona, más de 200 participantes en EDGE se empujaron unos a otros a considerar nuestro papel individual y colectivo en reorganizar el poder para cambiar los sistemas. Barcelona fue un lugar inspirador para estas conversaciones, ya que la plataforma ciudadana Barcelona en Comú gobierna actualmente la ciudad en minoría. La agenda política de Barcelona en Comú incluye la defensa de la justicia social y los derechos comunitarios, la promoción de la democracia participativa, la introducción de mecanismos para atajar la corrupción y el desarrollo de nuevos modelos de turismo desde Barcelona. Escuchar a los activistas y responsables políticos implicados en la creación y el funcionamiento de esta plataforma fue toda una inspiración.

Durante la conferencia, los participantes en EDGE plantearon grandes cuestiones sobre el estado actual de la filantropía, entre ellas cómo "romper el ciclo" en el que las fundaciones y el "exceso" de recursos que invierten son a menudo un producto directo de los mismos sistemas que su financiación pretende transformar.

Como financiadores, es muy importante abordar cuestiones que afectan a la esencia de nuestros valores y nuestra práctica, ya que nos ofrecen la oportunidad de comprobar la realidad y plantearnos hacia dónde queremos ir. Pero por muy valioso que sea centrarse en la visión global, es necesario prestar atención a los pequeños cambios en nuestro trabajo diario, desde los correos electrónicos hasta las propuestas y los informes. De vuelta a mi mesa durante unas semanas, quería compartir algunas reflexiones de la conferencia EDGE que se me han quedado grabadas, y empezar a conectar esas ideas con acciones concretas.

Trabajar en la escucha profunda:
A lo largo de la conferencia, representantes de diversos movimientos hablaron sobre su trabajo, sus retos y ofrecieron propuestas concretas sobre cómo la filantropía puede y debe profundizar y mejorar su apoyo a una Transición Justa. Las historias que compartieron fueron notables, y creo que escuchar en profundidad y considerar cómo sus experiencias arrojan luz sobre cómo la filantropía puede y necesita cambiar es la única manera de empezar a reorganizar el poder de forma efectiva.

En particular, me sorprendió que muchos de los ponentes, desde Daniela Dolenec, una especialista en ciencias sociales de Zagreb que trabaja en democratización y política contenciosa, hasta Miguel Stedile, del Movimento dos Sem Terra, sostuvieran que la igualdad de género es un componente básico necesario y estratégico de la Transición Justa por la que trabajan. Sin embargo, paralelamente, conocí a muchos financiadores que afirmaron que el "género" o las "cuestiones de la mujer" no es algo en lo que trabajen o de lo que tengan conocimiento. Aunque no lo he investigado, me atrevería a afirmar que menos de una cuarta parte de los donantes presentes en la conferencia se centran específicamente en los derechos de las mujeres, las niñas y las personas trans*.

Los representantes de los movimientos presentes en la conferencia hablaron a los financiadores de sus temas prioritarios y del tipo de apoyo que necesitan. Lo escuchamos alto y claro: reconocer y abordar la desigualdad de género profundamente arraigada, y comprender cómo ese desequilibrio de poder influye y está vinculado a otras cuestiones, desde la reforma agraria hasta los derechos de los trabajadores domésticos, es necesario para la Transición Justa.

¿Cómo hacerlo? La Iniciativa por la Justicia de Género ha recopilado una serie de recursos para las fundaciones interesadas en financiar a mujeres y niñas, incluyendo cómo incorporar una perspectiva de género en la concesión de subvenciones, estudios de casos de cómo puede ser esto y una serie de recursos sobre filantropía feminista. Más allá de estas herramientas específicas, muchos miembros de la Iniciativa por la Justicia de Género están disponibles para consultas de aquellas organizaciones interesadas en expandirse a este campo.

Trabajar en colaboración:
Ante la creciente reacción violenta y el auge de los líderes de derechas, la sensación de urgencia y responsabilidad para abordar todos los problemas de inmediato es abrumadora. De hecho, durante toda la conferencia se percibió una sensación tangible de ansiedad y preocupación. Pero por tremendos que sean los retos, es importante recordar que compartimos la responsabilidad. No podemos hacerlo todo, pero quizá lo más importante es que no debemos hacerlo. Como señaló Caitlin Stanton, del Fondo de Acción Urgente de Estados Unidos, en el debate sobre la financiación de la respuesta rápida a largo plazo frente a la de corto plazo, no se trata de "una cosa o la otra", sino de "ambas". Aunque es muy difícil que una sola organización aplique "ambas" o más estrategias con eficacia, es fundamental trabajar con socios para garantizar una gama completa de apoyo y la sostenibilidad de los movimientos.

Esto es válido para el campo de la filantropía en su conjunto: tenemos que trabajar juntos para reconocer nuestros puntos fuertes comparativos, elaborar estrategias con franqueza y transparencia y, sobre todo, estar dispuestos a dejar de lado nuestros egos organizativos para ceder el control cuando y donde tenga sentido.

La colaboración es una palabra de moda que a menudo se proclama como la clave del éxito de cualquier iniciativa de cambio social. Pero lo que a menudo queda fuera de la ecuación es la inversión necesaria de tiempo, el establecimiento de relaciones, la asunción de riesgos y la voluntad de fracasar para que se produzca una verdadera colaboración. No me cabe duda de que los financiadores de EDGE tienen una gran experiencia y conocimientos que, si se pusieran en común, podrían provocar un cambio transformador a varios niveles. Sin embargo, encontrar la manera de compartir eficazmente esos conocimientos y crear asociaciones sigue siendo un enorme desafío.

¿Cómo podemos empezar a solucionar esto? A partir de las diversas experiencias de la Red de Prospera (como la GAGGA y Leading from the South), hemos desarrollado algunas reflexiones clave sobre la creación de una colaboración eficaz:
1. 1. Lleva tiempo. La colaboración eficaz suele ser una inversión a largo plazo, y es importante dedicar tiempo y energía a comprender la perspectiva de cada socio, así como a crear una apropiación interna de una colaboración dentro de tu propia organización.
2. Cada parte debe comprender el valor, al margen de la financiación. Es importante dedicar tiempo a identificar juntos el objetivo de cada socio en la colaboración, así como el objetivo colectivo antes de buscar apoyo financiero.
3. Especifique el contexto: Los socios tienen que adaptar su enfoque para trabajar eficazmente fuera de los silos, pero lo que esto supondrá es diferente según las organizaciones implicadas y la ubicación de su trabajo. Por ejemplo, las diferencias de lenguaje y marco entre movimientos pueden impedir que las organizaciones entiendan un enfoque de justicia de género. Los financiadores deben dedicar tiempo y esfuerzo a entender el concepto en el contexto de su trabajo.

Hay muchas otras estrategias y pasos para que las colaboraciones tengan éxito. Espero que la comunidad EDGE siga investigando, documentando y compartiendo lo que funciona y lo que no a la hora de crear asociaciones eficaces.

Aprender de los fondos locales:
La filantropía para la justicia social tiende a centrarse en el alcance y la naturaleza globales de los retos económicos, sociales y políticos. Si bien es cierto que "cuestiones" como el cambio climático y la desigualdad de ingresos son globales, las repercusiones concretas dependen de las circunstancias locales, y hay un enorme poder en las acciones y movimientos de resistencia a pequeña escala. Así lo recordó Miguel Stedile en su intervención durante la sesión plenaria de apertura: "Tenemos éxito cuando empezamos por lo pequeño". De este modo, las preguntas planteadas por los participantes en el EDGE, desde cómo apoyar eficazmente la creación de movimientos hasta cómo contrarrestar las reacciones negativas, se responden mejor aprendiendo de quienes ya están trabajando en estas cuestiones a escala local.

Colaborar y aprender de los donantes locales o nacionales de las comunidades a las que sirven puede ser una forma muy eficaz de que las grandes fundaciones internacionales identifiquen y elaboren estrategias más eficaces para financiar el cambio de los sistemas desde la base. Muchos fondos locales surgieron de los movimientos a los que apoyan, han establecido relaciones y confianza con actores clave y son más ágiles para responder a los rápidos cambios de su contexto. Suelen tener más experiencia en cómo financiar y apoyar la construcción de movimientos, incluida la financiación básica y flexible, la convocatoria de grupos y el apoyo al trabajo en distintos ámbitos temáticos. Además, muchos fondos con sede en el Sur Global cuentan con una valiosa experiencia a la hora de abordar las repercusiones del cierre de espacios para la sociedad civil, incluidas las restricciones financieras, ya que se trata de cuestiones que muchos se han encontrado y con las que han lidiado durante años.

Varios fondos con sede en el Sur Global ya son miembros de EDGE, pero es fundamental ampliar el número de miembros y facilitar las oportunidades de aprendizaje e intercambio. Establecer contacto con redes de financiadores (como Prospera, la Red Africana de Filantropía, el Fondo Mundial para Fundaciones Comunitarias y otras) es otra forma de conectar con fondos locales y aprender de sus valiosas experiencias.
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La comunidad de financiadores EDGE, que cuenta con muchos fondos de mujeres entre sus miembros, puede, como la describió una participante, convertirse en el "motor" del cambio transformador en la comunidad filantrópica de la justicia social, encendiendo y alimentando el fuego de la colaboración y la creación de estrategias creativas. Pero para ello, debemos pedirnos cuentas mutuamente y seguir desafiándonos a nosotros mismos para fortalecer, cambiar y adaptar la práctica diaria de nuestro trabajo filantrópico.