Mucho ha cambiado desde que me uní a la comunidad de EDGE Funders Alliance en 2015. Mi primera reunión de la junta se celebró en París, entre bastidores de la COP 21, mientras Sanders y Corbyn ganaban impulso en Estados Unidos y el Reino Unido, y EDGE apenas comenzaba a establecer una presencia europea. Hoy el mundo parece un lugar muy diferente, y el trabajo de EDGE parece más apremiante que nunca.

EDGE ocupa un espacio único -y muy necesario- en la filantropía. EDGE reconoce la naturaleza global e interconectada de las crisis a las que nos enfrentamos y defiende las visiones alternativas que se están construyendo en las comunidades de base. Al tiempo que reconoce que, al nacer de la desigualdad, la filantropía es necesariamente parte del problema, EDGE ofrece un espacio para que las almas afines se conecten, compartan y aprendan sobre soluciones, más allá de los silos en los que muchos de nosotros operamos.

EDGE Funders Alliance lleva mucho tiempo trabajando por una Transición Justa, y ahora estamos experimentando nuestra propia transición interna, ya que el fundador y director Mark Randazzo se jubila. Es un honor unirme al equipo EDGE para apoyar esta transición y aprender de una comunidad que es descaradamente radical en sus esfuerzos hacia la transformación social, económica y ecológica. Es probable que el formato innovador de la conferencia de Brasil sea el primero de varios pasos nuevos y audaces para la filantropía del cambio sistémico. Espero con impaciencia 2019 y la ambiciosa visión que nos trae.

Rose Longhurst, Equipo de transición a la dirección