Ciudades del cambio

Únase a la Cities of Change Funders Collaborative: una invitación de financiadores para financiadores

¿Le interesa?

Activismo basado en el lugar
Apoyas la movilización comunitaria desde perspectivas sociales, culturales y/o medioambientales en las ciudades.

Justicia y derechos
Apoyas movimientos locales que promueven la justicia climática, el feminismo, la justicia racial, los derechos LGBT, la diversidad, una nueva economía basada en la colaboración, los derechos de los pueblos indígenas así como los derechos de los migrantes o una visión más amplia del cambio de sistemas a través de una Transición Justa....

Democracia
Usted apoya la participación ciudadana, los modelos de gobernanza participativa y las nuevas formas de democracia directa.
Le preocupan las tendencias autoritarias de derechas, el populismo nacionalista y la reducción del espacio para la sociedad civil.

y/o...
Si está interesado en conectar enfoques sistémicos arraigados localmente por movimientos de base y liderados por la sociedad civil que aborden las múltiples crisis económicas, sociales, políticas y medioambientales.
Si financias conexiones locales, nacionales, globales o translocales y...
no rehúyen experimentar con estrategias intersectoriales....
...¡la Cities of Change Funders Collaborative está pensada para ti! Ampliará tu horizonte y conectará movimientos entre ciudades y pueblos para lograr un cambio y un impacto más profundos.

 

El contexto
Crisis sistémicas, callejones sin salida de la política nacional y fracaso de la gobernanza mundial: las ciudades como espacio de soluciones

De China a Estados Unidos, pasando por Brasil y toda Europa, el Estado nación es cerril. Los regímenes autoritarios limitan el espacio para que la sociedad civil sea activa y responsable. Alimentándose de los temores -provocados por la globalización económica, la inseguridad social y los choques culturales-, las democracias antiliberales y el autoritarismo parecen cobrar impulso tras el apogeo de la era (neo)liberal (de 1980 a 2008). Se está produciendo un colapso de la gobernanza mundial, reflejado en la traición al Acuerdo sobre el Clima de la COP21, la reciente retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, las numerosas violaciones de los tratados internacionales relativos a los migrantes, etc.

El orden mundial posterior a la Segunda Guerra Mundial y las alianzas geopolíticas han dado paso a una lógica de acuerdos feudales a corto plazo entre líderes nacionalistas y autoritarios, que pueden romperse muy rápidamente y provocar tensiones regionales o mundiales, o incluso guerras. Incluso el intento de establecer reglas globales para gobernar la expansión del libre mercado desenfrenado se ve desafiado por el proteccionismo unilateral o los acuerdos comerciales bilaterales forzados.
En 2018, casi el 55% de la población mundial vive en ciudades. Las ciudades son el crisol donde los retos de estas crisis se afrontan con esperanza y soluciones.

Aquellas ciudades y pueblos que se sitúan a la vanguardia de los problemas más difíciles del mundo, se ven reforzadas por movimientos ciudadanos que experimentan con soluciones basadas en el lugar, democráticas y ecológicas. Al hacerlo, contrarrestan lo que se ha convertido en una normalidad en muchos lugares: poner el destino de la ciudad en manos de intereses extractivos, privados y franquiciados. En su lugar, apuestan por la participación activa y directa de los ciudadanos.

Una nueva narrativa
Ciudades del Cambio: el auge de un movimiento translocal, progresista y ciudadano

Las Ciudades del Cambio encarnan una nueva narrativa e incluyen movimientos urbanos como el Derecho a la Ciudad, los Bienes Comunes Urbanos, las Ciudades Rebeldes, las Ciudades Santuario, las Ciudades Transformadoras, las Ciudades en Transición y, más recientemente, las Ciudades sin Miedo. Las Ciudades del Cambio simbolizan el entorno local como espacio clave de transformación en términos políticos, económicos y culturales. No nos referimos únicamente a las grandes ciudades, ya que muchas de las principales iniciativas organizativas están teniendo lugar en ciudades y pueblos de tamaño medio de todo el mundo.

Acuñado por activistas de la plataforma municipalista Barcelona en Comù en 2017, "Ciudades sin miedo" representa una cultura política diferente y feminizada que incluye el compromiso directo de los ciudadanos en el desarrollo de las ciudades y también de los pueblos más pequeños.
Desde los movimientos por el Derecho a la Vivienda y el Derecho a la Ciudad hasta los candidatos "municipalistas radicales", desde los movimientos Occupy hasta los experimentos autónomos de Rojava en Kurdistán, las ciudades son más que nunca los lugares relevantes para el cambio de sistemas complejos "donde aquellos sin poder consiguen hacer historia" (Saskia Sassen).

El razonamiento es muy sencillo: los activistas y líderes locales son capaces de reunir una oferta de gobierno centrada en resolver problemas locales concretos mediante soluciones progresistas, en agudo contraste con la política nacional, a menudo caracterizada por la polarización, las divisiones partidistas y el estancamiento. Creando plataformas ciudadanas, organizando a la gente desde la calle hasta los ayuntamientos, incrustando y feminizando la experiencia política urbana en la vida cotidiana, las Ciudades del Cambio tienen la capacidad de sortear lo peor de la disfunción política nacional.

El programa político como medio para transformar las ciudades importa, ya que también hay falsas soluciones en juego a nivel local. Por ejemplo, más mercantilización y privatización conducen a menos autonomía y decisiones participativas para los habitantes de las ciudades. El sector privado tiene sin duda un papel clave que desempeñar en la aportación de soluciones técnicas, pero debe estar bajo el control rector de las instituciones públicas y de la sociedad civil.
Tal y como lo vemos desarrollarse, el movimiento Ciudades sin Miedo tiene tres prioridades principales: la democracia participativa, la relocalización de la economía y la igualdad por feminización. Para cada una de estas prioridades, los actores de las ciudades conciben y, en algunos lugares, aplican nuevas políticas públicas concretas que intentan cambiar el rumbo de un sistema económico insostenible y desigual y volver a conectar con las necesidades reales de los residentes y sus barrios. Pero su enfoque no es sólo local (orientado a "lo pequeño es hermoso"). El movimiento municipalista también se basa en visiones solidarias del mundo y prevé una nueva forma de colaboración translocal y confederación mundial.

La propuesta
¡Acompañemos a este nuevo movimiento progresista y transnacional que tiene el poder de crear un cambio sistémico en pueblos y ciudades! Cambiando el mundo ciudad por ciudad....

A través de esta colaboración de financiadores, deseamos aprender de esta dinámica actual y ayudar a que este impulso crezca y se extienda más allá de los pocos experimentos que existen en la actualidad.
Como financiadores, donantes o fundaciones programáticas y de promoción, vemos al menos tres áreas de interés y compromiso

  • Pasar de las resistencias sectoriales a las alternativas sistémicas: sobre el terreno, a menudo vemos una lógica abrumadora de campañas, resistencias y proyectos de OSC aislados. Algunos de ellos se limitan a reproducir los programas temáticos de fundaciones privadas o a subvencionar instituciones públicas. Aplicada a un enfoque basado en el lugar dentro de la narrativa de Ciudades del Cambio, la noción de alternativas sistémicas puede ayudar a salvar algunas distancias entre las distintas luchas y forjar una agenda común que, en última instancia, podría conllevar candidaturas lideradas por ciudadanos o una nueva dinámica de poder con los partidos políticos tradicionales.
  • Apoyar la experiencia política colectiva: devolver el poder a las ciudades como nivel fundacional de las sociedades humanas requiere construir una nueva forma de conocimiento para poder comprometerse con las políticas públicas locales y cambiarlas. La cuestión de la gentrificación tiene que ver con las herramientas de planificación urbana, la remunicipalización de los servicios públicos sólo puede producirse con sólidas competencias técnicas y jurídicas, las asociaciones público-comunes implican complejos esquemas de gobernanza, etc. En otras palabras, las mejores prácticas deben convertirse en mejores políticas en los ayuntamientos. Esto significa trabajar con académicos críticos, grupos de reflexión, funcionarios públicos y responsables políticos.
  • Ampliación: las nuevas soluciones sociales, ecológicas y solidarias no pueden ser sólo locales. Es posible que no puedan ampliarse fácilmente a todos los demás niveles (provincial, regional, nacional...), pero deben evitar el síndrome JIMBY ("justo en mi patio trasero") mediante una forma de ampliación transversal que haga que los intercambios translocales sean pertinentes y útiles. Cooperation Jackson en Mississippi visitando Barcelona en Comù, Cambio Messina invitado por Ne da(vi)mo Beograd: la necesidad de aprender de las iniciativas políticamente más avanzadas es más urgente que nunca. La Cumbre de Ciudades sin Miedo de Barcelona, celebrada en junio de 2017, ha suscitado de hecho numerosos debates e intercambios de aprendizaje aún en curso. Pero más allá de las barreras lingüísticas, la tensión estriba en combinar una agenda local agotadora con las demandas procedentes del exterior del territorio.

¿Quieres formar parte de esto?
Proponemos el lanzamiento de la Cities of Change Funders Collaborative dentro de la EDGE Funders Alliance a través de tres actividades principales

  •  aprender de los profesionales y expertos en la materia y reunirlos (seminarios web, boletines especiales, talleres, profundización, wikis y biblioteca en línea...)
  • coordinar nuestra financiación individual existente para facilitar el intercambio de conocimientos y cubrir las necesidades de los movimientos de Ciudades del Cambio en los distintos ámbitos en los que surgen, convergen y se extienden (organismos de vigilancia ciudadana, cartografías, directorios, herramientas políticas y wikis, narración de historias, encuentros nacionales, regionales y mundiales...).
  • empujar más dinero filantrópico hacia las alternativas sistémicas arraigadas en territorios y ciudades con la visión a largo plazo de superar el cerco del Estado-nación.

Nos asociaremos con los principales actores históricos de las distintas áreas geográficas y temáticas.

Si está interesado en participar en este proyecto, inscríbase en nuestra lista de correo a través de esta encuesta; también puede leer la primera entrada del blog, titulada Fear and Courage at the EDGE, de Peter Jenkinson y Shelagh Wright.

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